Mobbing: claves para identificar y abordar el acoso laboral
Uno de cada cinco trabajadores se enfrenta a ambientes laborales hostiles y la mitad será testigo del acoso laboral en algún momento de su vida
Un ambiente laboral hostil es uno de los problemas más graves dentro de un entorno de trabajo. Su impacto no sólo afecta el bienestar y la productividad de los colaboradores, sino que también repercute en los costos, el clima y la reputación de la compañía.
Mobbing
Pero, ¿cómo identificar, anticipar y dar soporte a situaciones de hostigamiento laboral? Antes de referir el problema, es importante definirlo: el mobbing, acoso u hostigamiento laboral engloba todas las formas de maltrato que tienen lugar dentro de un ambiente de trabajo, aunque de manera coloquial no es extraño encontrar que las personas se refieran a esto como “bullying laboral”.
Estadística
Según datos revelados por Terapify, la plataforma de terapia psicológica en línea y aliado estratégico de las empresas en el cuidado de la salud mental de sus empleados, 1 de cada 5 trabajadores se enfrenta a un lugar de trabajo hostil. Pero además, al menos 1 de cada 3 trabajadores será víctima de mobbing en algún momento de su carrera y 1 de cada 2 lo atestiguará.
Todas las empresas deberían asegurar un clima cómodo y de seguridad psicológica, en donde los colaboradores sientan que pueden desenvolverse libremente, sin exponerse a situaciones de miedo o angustia. Sin embargo, no todos cuentan con las herramientas adecuadas para identificar este tipo de situaciones a tiempo o para afrontarlas de manera exitosa
Clelia García, directora clínica de Terapify
Desde la empresa, comparten 3 claves que pueden ayudar a abordar este tipo de situaciones.
Primer paso: identificar
Las 5 acciones evidentes que nos marcan que estamos ante un ambiente de hostilidad laboral son: las agresiones o amenazas verbales o físicas; las insinuaciones, referencias o abusos sexuales; la mentira, difamación o calumnia; el robo o daño de pertenencias ajenas, y cualquier acto de discriminación.
Pero el maltrato no siempre es evidente. Por eso, debemos estar atentos ante acciones más sutiles que colaboran con un ambiente de hostigamiento, como cuando se minimiza o se intenta generar problemas a una persona, o cuando se la excluye de manera deliberada.
Segundo paso: Anticiparnos y definir políticas claras
Es importante para las empresas definir cuáles son las conductas que crean un ambiente laboral hostil, brindar ejemplos concretos de estas conductas, crear una norma de tolerancia cero contra ellas y definir cuáles son las consecuencias para este tipo de comportamientos.
También capacitar a los líderes de equipo con herramientas que los ayuden a identificar y abordar este tipo de situaciones dentro de sus áreas de trabajo, e informarlos acerca de cómo convertirse, ellos mismos, en modelos de buena conducta.
Para identificar, anticipar y atender este tipo de situaciones, las empresas pueden ofrecer un sistema de reporte anónimo, que permite a las víctimas denunciar cualquier situación de abuso en un entorno de confianza y anonimato garantizado.
Tercer paso: brindar soporte y contención
Los efectos negativos de un ambiente laboral hostil no sólo impactan a los colaboradores, sino también al clima y la productividad de la empresa. Generan pérdida de motivación, mayor ausentismo, ansiedad de asistir al trabajo, mayor rotación de personal, e impactan negativamente en la reputación de la empresa.
Por eso, resulta clave brindar soporte y contención a quienes se exponen al hostigamiento laboral, cuidando su salud mental.
Maltrato
En promedio, el 75% de colaboradores que reportan maltrato laboral sufren represalias. Por eso, es clave brindar apoyo a las víctimas. Clelia García, de Terapify, explica que “para prevenir que este tipo de situaciones se repitan o se instalen como conductas endógenas dentro de los equipos, es fundamental resolver cada uno de los incidentes que se presentan.
Resulta clave generar confianza dentro de los equipos para que los colaboradores no teman expresarse ni mostrarse como son, cultivar la cooperación en pos de objetivos comunes, facilitar una buena comunicación y fomentar y reforzar comportamientos positivos, por ejemplo, celebrando, valorando y visibilizando los logros”.