La transformación digital avanza más rápido que la infraestructura que la sostiene. México enfrenta un riesgo creciente: su red eléctrica no está preparada para el aumento acelerado en el consumo de energía impulsado por tecnologías como la inteligencia artificial, los centros de datos y los vehículos eléctricos. Sin una regulación adecuada y una modernización energética urgente, las ciudades y sectores clave podrían enfrentar apagones, sobrecargas y costos energéticos insostenibles, convirtiendo la red eléctrica nacional en un freno para el desarrollo económico del país.