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Ante la iniciativa antiterrorista de Trump, México enfrenta el doble reto con el cibercrimen

Por Víctor Ruiz

Una directiva secreta firmada por el expresidente Donald Trump permite al Pentágono utilizar fuerza militar contra cárteles de droga latinoamericanos catalogados como organizaciones terroristas extranjeras. Esta medida ha encendido las alarmas en México, donde el gobierno de Claudia Sheinbaum ha dejado en claro que no permitirá ninguna operación militar extranjera dentro de su territorio, según reportó The New York Times.

Escalada militar y ofensiva digital

La orden representa una escalada sin precedentes, al autorizar al ejército estadounidense a atacar directamente a grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa y otros, ahora considerados organizaciones terroristas armadas, equiparables a Al Qaeda. Además, abre la puerta al uso de recursos militares como el Comando Cibernético (USCYBERCOM) para lanzar operaciones ofensivas en el ciberespacio nacional contra la infraestructura digital de estos grupos, que han adoptado tecnologías avanzadas para coordinar tráfico de drogas, lavado de dinero mediante criptomonedas y ataques cibernéticos como ransomware.

México, sin marco legal ni capacidades suficientes

México enfrenta un doble desafío: no solo carece de un marco legal robusto para apoyar o supervisar estas acciones en su territorio y ciberespacio, sino que tampoco cuenta con políticas ni capacidades suficientes para combatir el cibercrimen interno, el cual se ha convertido en una herramienta clave para los cárteles.

La postura mexicana ante la intervención extranjera

La postura del gobierno mexicano quedó clara con las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien rechazó cualquier intervención militar estadounidense en territorio nacional y limitó las operaciones de Estados Unidos a aguas internacionales o su propio territorio. Sin embargo, no se delimitó el ciberespacio nacional, lo que evidencia una preocupante falta de preparación y regulación en este ámbito estratégico.

Riesgos legales y diplomáticos

Expertos consultados por The New York Times advierten que la estrategia estadounidense, aunque busca neutralizar a los cárteles como organizaciones terroristas, implica riesgos legales y diplomáticos significativos, especialmente al ejecutar operaciones militares o cibernéticas unilaterales en territorio extranjero. México, como socio estratégico, carece de mecanismos para monitorear, regular o contrarrestar este tipo de acciones en su ciberespacio.

Un dominio estratégico sin protección

Desde 2016, la OTAN reconoce el ciberespacio como un dominio estratégico al mismo nivel que el marítimo o aéreo. No obstante, México aún no ha desarrollado un marco legal ni una política pública clara que proteja su infraestructura digital o regule la seguridad cibernética de forma integral.

Estrategia nacional sin continuidad

Esta carencia se refleja en la falta de continuidad y presupuesto para la Estrategia Nacional de Ciberseguridad (ENCS) de 2017, afectada por los cambios de administración y la ausencia de una política pública sostenida. La escasa inversión en infraestructura, capacitación y tecnología deja al país vulnerable ante ataques a instituciones clave, poniendo en riesgo la estabilidad económica, social y la confianza ciudadana.

Impunidad digital y vulnerabilidad estructural

La ausencia de un marco normativo actualizado limita la persecución efectiva de delitos cibernéticos y la atribución precisa de ataques, lo que permite a los criminales operar con impunidad. Además, la dependencia del sector privado para administrar gran parte de la infraestructura digital, sin una coordinación eficaz con el gobierno, incrementa la vulnerabilidad de redes y sistemas críticos.

Cárteles digitales: crimen en la dark web

Mientras tanto, los cárteles aprovechan estas brechas: utilizan aplicaciones cifradas para comunicarse, venden drogas y datos robados en la dark web, y lavan dinero con criptomonedas. Estas actividades superan la capacidad técnica y legal de las autoridades mexicanas para ser vigiladas o frenadas adecuadamente.

México en una encrucijada estratégica

La falta de una estrategia integral coloca a México en una posición crítica. Frente a la directiva estadounidense, la ausencia de cooperación bilateral efectiva y de un plan nacional para combatir el cibercrimen podría intensificar la inseguridad. Los cárteles podrían aumentar sus ataques cibernéticos, como el ransomware que recientemente ha paralizado varias dependencias gubernamentales, o promover campañas de desinformación para desestabilizar al país.

¿Un nuevo paradigma en la lucha contra el narcotráfico?

La directiva firmada por Trump podría transformar la forma en que se combate el narcotráfico y el cibercrimen en la región, pero su éxito dependerá de la capacidad de Estados Unidos para manejar las complejidades legales y diplomáticas. Para México, la falta de un marco legal, políticas sólidas y recursos especializados representa un riesgo grave para la seguridad nacional.

Urge una estrategia de ciberseguridad nacional

En un escenario donde los cárteles se adaptan rápidamente al entorno digital, el gobierno mexicano debe actuar con urgencia para desarrollar capacidades de ciberseguridad y fortalecer la cooperación internacional, si desea proteger a su población y asegurar su soberanía en el ciberespacio.

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