¿Tu empresa digital busca capital?
Hasta el segundo trimestre del 2021, la mayoría de las empresas seguían sin pedir nuevos créditos bancarios. En el reporte del Banco de México Evolución trimestral del financiamiento a las empresas durante el trimestre abril-junio del 2021, se reveló que sólo el 17.4% de los negocios utilizó nuevos créditos bancarios en tal periodo, siendo una de las cifras más bajas en los últimos años.
Según Banxico, 55.5% de las empresas ve a la situación económica y 43.2% de los negocios ve a las tasas de interés como las principales limitantes para utilizar nuevos créditos bancarios.
Entre otras limitantes están: el acceso a apoyo público, las condiciones de acceso, los montos exigidos como colateral, la disposición de las instituciones a otorgarlo, las ventas y rentabilidad del negocio, su capitalización, su historia crediticia y las dificultades para el pago del servicio de la deuda vigente.
Sin duda, el financiamiento es uno de los retos que las empresas enfrentan para crecer; en especial aquellas que operan bajo un modelo digital, pues no suelen contar con garantías físicas que las respalden y que son comunes entre las solicitudes de la banca tradicional.
Existen otros tipos de financiamiento además de la banca tradicional a los que las empresas digitales pueden recurrir:
Familia y amigos
Esta opción suele ser la primera en muchos casos de emprendimiento. Entre sus ventajas se encuentran la gente que confía y presta dinero rápidamente al nuevo negocio aún sin tener un historial o un modelo que lo respalde, y la poca o nula tasa de interés que puedan tener estos préstamos. Sin embargo, entre sus contras se encuentran montos típicamente por debajo de los 500 mil pesos.
Crowdfunding
A través del crowdfunding las startups pueden dar a conocer el modelo, la misión y visión de un negocio para que el público pueda invertir en él a cambio de recompensas relacionadas con el servicio o producto.
Entre sus pros se encuentran montos de inversión de hasta 2 millones de pesos y la publicidad y visibilidad que el proyecto pueda tener ante el público, pero entre sus contras se encuentran “nuevos clientes” en espera de su recompensa y el tiempo que se puede invertir en la campaña de marketing para levantar fondos.
Capital semilla e inversionistas ángeles
Ya en las grandes ligas se encuentran perfiles especializados en el ecosistema emprendedor y del sector que atañe a cada empresa. Además de aportar capital, también pueden fungir como mentores al brindar asesoría para impulsar los proyectos.
Los inversionistas ángeles asumen el riesgo en favor del emprendimiento y sus inversiones pueden ir de los 100 mil a los 500 mil pesos o incluso más, pero a veces estos montos suelen ser limitados.
Venture Capital
Se trata de fondos que invierten en startups en fase de crecimiento y que aún tienen un riesgo alto pero buen potencial.
Aquí las inversiones suelen ser más grandes: de 500 mil pesos hasta 20 millones, pero a cambio los emprendedores entregan un porcentaje accionario de su negocio, así que valdría la pena evaluar si el modelo es adecuado en el momento y si los términos son beneficiosos para ambas partes, especialmente hablando de la cesión de un porcentaje de la compañía.
Deuda basada en ingresos recurrentes
Las líneas de financiamiento basadas en ingresos mensuales recurrentes (MRR – Monthly Recurring Revenue, en inglés) son una solución para las empresas que por su modelo tecnológico perciben ingresos mensuales constantes de sus usuarios, como el giro e-commerce, software as a service, clubes de suscripción, entre otros.
Esta opción es especialmente atractiva para las empresas que no siempre cuentan con activos tangibles como bienes inmuebles o automotrices como garantía, pero que ya tienen una tracción probada, pues pueden dar fe de su capacidad de desarrollo y escalabilidad.
De esta forma, las firmas que otorgan este tipo de financiamientos toman como compromiso de repago un porcentaje del MRR de la empresa solicitante sin necesidad de ningún tipo de dilución corporativa y sin comprometer las finanzas de la compañía.
Al respecto, André Wetter, Director en Jefe de Comportamiento (CBO) y cofundador de a55, la fintech que inició operaciones en México en el 2020 y que ya dispersó más de $80 millones de pesos en créditos empresariales con su modelo de financiamiento basado en ingresos recurrentes.
“La pandemia nos reiteró el poder de nuestra tesis o del valor que estamos otorgando: nosotros no pedimos ningún activo, al contrario, favorecemos el hecho de que no los tengan, ya que queremos apostar por el crecimiento de las empresas y lo medimos a través de ventas e ingresos. Lo único que consideramos es que las empresas tengan clientes, ingresos que justifiquen su negocio, y un modelo ya comprobado basado en tecnología”
André Wetter, Director en Jefe de Comportamiento (CBO) y cofundador de a55
Existen otras fuentes de financiamiento que quizá no sean la primera opción para emprendedores y empresas con base tecnológica, por ejemplo, la opción gubernamental que requiere de mucho tiempo para que los emprendedores apliquen, ya que son convocatorias complejas y exhaustivas.
Entre sus ventajas se encuentran que algunos de estos financiamientos son a fondo perdido o que colocan un porcentaje considerable del financiamiento mientras el emprendedor cubre el resto.
“Si no tienes acceso a financiamiento de una institución bancaria no hay manera de que puedas obtener el capital necesario para crecer a menos que sea diluyendo tu empresa o creciendo bajo tus propios recursos o con opciones complicadas. En Latinoamérica, las empresas aún experimentan cierta barrera de exclusión financiera que es posible atacar con nuevos modelos de negocio de fintechs”
André Wetter, CBO y cofundador de a55