La deuda técnica al descubierto: El asesino silencioso
¿Sabías que 60% de cada dólar que se gasta en TI, está destinado a resolver problemas de deuda técnica?
Acortar caminos en el desarrollo e implementación, ocasiona lo que se conoce como deuda técnica, que sólo trae complicaciones a largo plazo. Incluso se calcula que 60% de cada dólar que se gasta en TI, está destinado a resolver estos problemas.
La deuda técnica es como una hipoteca en el mundo del software. Es el resultado de tomar atajos en el momento del desarrollo de un producto para reducir costos, cumplir con plazos o funcionalidades específicas, pero estas dejan detrás un código menos óptimo o incompleto,” señaló Javier Rodríguez, Head Solutions Architect de Axity.
Estos atajos, aunque en ocasiones son “necesarios”, generan un “interés” a corto o largo plazo, que se traduce en una mayor dificultad para mantener, actualizar, expandir o incluso solucionar el código del software.
Es importante resolver la deuda técnica porque puede tener varios efectos negativos en el negocio, como:
Costos ocultos a largo plazo: la deuda técnica genera un costo oculto que se manifiesta a lo largo del ciclo de vida del software. Aunque al inicio se puede ahorrar tiempo, el mantenimiento y la corrección de código técnico se vuelven exponencialmente más costosos con el paso del tiempo.
Por ejemplo, estudios demuestran que un sistema con alta deuda técnica puede incrementar los costos de mantenimiento hasta en un 50%. Resolver problemas, añadir nuevas funcionalidades o hacer cambios en un sistema con deuda técnica lleva más tiempo y recursos, encareciendo el desarrollo a futuro, hasta en un 25%.
Retrasos en la entrega de nuevas funcionalidades: un sistema con alta deuda técnica se vuelve difícil de modificar sin introducir errores. Esto puede ralentizar el lanzamiento de nuevas funciones, impactando la competitividad del negocio y la satisfacción del cliente.
Riesgo de fallos: el código con deuda técnica es más propenso a tener errores y fallos, lo que puede afectar la estabilidad del producto o servicio. Los problemas frecuentes o fallos críticos dañan la reputación de la empresa y pueden generar pérdidas económicas, tomando en cuenta que, en muchos casos, el 81% de las empresas no pueden arriesgarse a experimentar.
Falta de innovación: cuando el equipo de desarrollo está ocupado resolviendo problemas derivados de la deuda técnica, tiene menos tiempo para innovar o trabajar en nuevas ideas que impulsen el negocio hacia adelante. Se calcula que se invierte hasta 42% del tiempo de desarrollo en la solución de estos problemas.
Pérdida de talento: los desarrolladores tienden a frustrarse cuando deben trabajar constantemente en un código lleno de problemas. Esto puede llevar a una rotación de talento, afectando la continuidad y la eficiencia del equipo.
En Axity, para prevenir y gestionar la deuda técnica recomiendan:
Priorizar la calidad: es importante equilibrar la velocidad de desarrollo con la calidad del código.
Refactorización regular: dedicar tiempo a mejorar la estructura del código de forma periódica.
Pruebas exhaustivas: asegurarse de que el software funcione correctamente y de que los cambios no introduzcan nuevos errores.
Documentación clara: mantener una documentación actualizada y detallada del código.
Adoptar buenas prácticas de desarrollo: utilizar metodologías ágiles, herramientas de control de versiones y estándares de codificación.
Establecer un presupuesto para la deuda técnica: asignar recursos para pagar la deuda técnica de manera proactiva.
Los beneficios de gestionar adecuadamente la deuda técnica son:
Mayor velocidad de desarrollo a largo plazo: un código limpio y bien estructurado facilita la adición de nuevas funcionalidades.
Reducción de costos: al prevenir errores y facilitar el mantenimiento, se reducen los costos a largo plazo.
Mejora de la calidad del producto: un software con menos deuda técnica es más confiable y ofrece una mejor experiencia al usuario.
Mayor satisfacción del equipo de desarrollo: trabajar con un código limpio y bien organizado aumenta la motivación y la productividad del equipo.