Diversidad, equidad e Inclusión: una tarea de todos

Por Diana Sades*

Lo entiendo. Aún hay mucho por hacer en términos de diversidad, equidad e inclusión, y junio suele ser el momento del año en el que la conversación gira en torno a los derechos LGBTQ+. Personalmente, creo que, aunque lo ideal sería normalizar el tema o, incluso, se llegue a un punto en el que ya no sea algo a “resolver”, contar con mayores espacios para el diálogo y la expresión y dirigir las luces hacia donde todavía hay muchas sombras, nos ayudará a visibilizar lo que es necesario trabajar y, sobre todo, cómo involucrarnos de manera proactiva en construir el mundo que deseamos.

El ambiente corporativo es un claro espejo de las creencias que como sociedad aún tenemos, y aunque todavía hay un largo camino por recorrer en temas de inclusión, equidad y diversidad a nivel social, podemos empezar desde nuestros entornos laborales para mover la aguja hacia una sociedad más respetuosa y con igualdad de oportunidades.

Mi perfil profesional, como el de muchos en el presente, ha ido cambiando respecto a lo que estudié en la universidad. Me gradué en Gestión de la Cultura, pero descubrí mi pasión por la tecnología desde el primer empleo y ha sido el área en la que me he desarrollado desde entonces. Si bien estas áreas estuvieron durante mucho tiempo lideradas e integradas principalmente por hombres, en la actualidad somos cada vez más mujeres y personas de la comunidad LGBTQ+ las que ocupamos esos espacios de liderazgo en IT, en todos los niveles.

He tenido la oportunidad de ser parte de relevantes transiciones tecnológicas en diferentes ambientes, desde museos e instituciones federales hasta agencias y empresas trasnacionales, y a pesar de que cada experiencia y lugar fue único, puedo voltear hacia atrás y ver con satisfacción que siempre me mantuve firme en mostrarme tal y como soy.

Estoy consciente de que no todos han tenido ese privilegio y de que, quizás, tuve la fortuna de trabajar en ambientes más abiertos a la diversidad sexual, sin embargo, también reconozco que yo misma tuve mucho que ver en ello. ¿Cómo? Siendo auténtica, haciendo uso de mi voz y proponiendo nuevos caminos cuando veía que no se habían labrado. Aprendí que, literalmente, se hace camino al andar.

Por eso, me gustaría compartir estos consejos que he aplicado durante mi vida profesional como una mujer parte de la comunidad LGBTQ+:

1. Sé firme, tu identidad es innegociable

Nunca comprometas tu esencia por ningún trabajo. Créeme, sí es posible encontrar lugares en donde seas aceptado por quién eres. No es preciso “gritar” tu orientación sexual, pero tampoco debemos ocultarla. Asimismo, recuerda que eres más que una preferencia o un género. Permite que las personas te conozcan y dejen de lado las etiquetas.

2. Involúcrate

Haz uso de las herramientas con las que cuenta tu empresa para crear una cultura laboral más sana. Si no las hay, el primer paso sería evidenciar que no existen y proponer cómo construirlas en conjunto. Si notas que algo no se hace y debería hacerse, ¿qué puedes hacer tú para lograr que las cosas sucedan?

Recuerda que, como en todo, es importante usar tu voz y levantar la mano para poner las áreas de oportunidad sobre la mesa y de manera proactiva, sugerir caminos y formas para resolver problemas y construir herramientas que faciliten la transparencia y comunicación.

Si no te sientes representado, ya sea en tu lugar de trabajo o en la sociedad, busca la manera de hacerte visible.

3. Busca aliados

Identifica quién puede ser esa persona dentro de tu trabajo que esté abierta a escucharte y al mismo tiempo apoyarte. Habla con tus jefes inmediatos y expresa lo que necesitas y pregunta cómo puedes ayudarles a comprender tu contexto.

4. Confía en tu talento

Puede que suene trillado, pero no deja de ser cierto. Cuando estás seguro de tus capacidades, tendrás la confianza de expresar tus necesidades y señalar lo que crees que debe mejorarse. También te servirá para recordar que, más allá de cualquier preferencia, creencia y estilo de vida, te has abierto un camino profesional gracias a tu talento.

Ten presente que quizás no podemos modificar un ambiente laboral, pero sí tenemos la responsabilidad de proponer los cambios para las siguientes generaciones.

Diana Sades, IT LATAM Service Integration Manager de Nestlé México.

Licenciada en Estudios y Gestión de la Cultura, Universidad del Claustro de Sor Juana.

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