Talento tecnológico con sentido humano
Por Claudia Landeros*
Son muy conocidos los desafíos que actualmente enfrenta la industria tecnológica en materia de talento calificado. Por ejemplo, según datos de Experis, compañía especializada en capital humano, el 73 % de los empleadores en México afirma tener dificultades para encontrar el talento tecnológico que necesita su empresa.
Si consideramos que el empleo relacionado con la Inteligencia Artificial está creciendo exponencialmente en el país, y que hoy existe un 95 % más de ofertas laborales que hace un año, de acuerdo con datos de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) en México, esta necesidad de atraer a los mejores profesionales se hace cada vez más tangible.
Power Skills
Efectivamente, estamos en tiempos de cambio que requieren habilidades específicas más allá de la preparación académica. Lo que antes se conocía como habilidades blandas, hoy son lo que llamamos “power skills”, que son herramientas como la comunicación, la empatía o el pensamiento crítico, las cuales son pilares esenciales para la eficiencia, el empoderamiento y el liderazgo.
Esto va más allá de las profesiones y pone de manifiesto un compromiso por mantenerse al día, desarrollar aptitudes hacia el aprendizaje y una alta capacidad para trabajar y conectar con los demás.
Hoy, sin lugar a duda, la industria requiere talento tecnológico con sentido humano. Necesitamos gente que se cuestione, que sea empática e inclusiva: la tecnología no tiene género.
Industria y talento
Pero ¿qué estamos haciendo en la industria para desarrollar este talento?, Las compañías debemos asumir un rol activo que trascienda la generación de empleos para convertirnos en verdaderos agentes de cambio.
No solo somos responsables de impulsar el crecimiento de las comunidades en las que operamos, sino también de quienes colaboran en la industria. Debemos de ser conscientes de que no basta con generar empleos y publicar una vacante; es necesario generar oportunidades para capacitar y formar el talento que requiere la industria.
Invito a los jóvenes que ya forman parte o quieren formar parte de la industria tecnológica a no perder la humildad para preguntar y la disposición para aprender.
Por otro lado, a mis colegas del ámbito empresarial, los animo a reflexionar acerca de cómo podemos promover más y mejores maneras para impulsar a las nuevas generaciones.
Es una prioridad que seamos más activos en la formación del talento que hoy requerimos, así como en apoyarlos y empoderarlos en las habilidades que las organizaciones están demandando.
Esta es una industria retadora, pero también nos brinda grandes oportunidades de crecimiento personal y profesional para todos aquellos que tienen ganas de innovar y aportar nuevas ideas.
Sigamos trabajando en conjunto para que, en un tiempo cercano, nuestra reflexión no sea la falta de talento, sino cómo seguir capacitando y fortalecer las habilidades de los profesionales de la industria para impulsar sus capacidades técnicas, pensamiento crítico, inteligencia emocional, competencias de poder y seguir fomentando el talento tecnológico con sentido humano.